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23.6.07

La felicidad posmoderna

12:39 p. m.

Todo acabado, todo. Y el plan era dormir la siesta, ¿una de esas siestas tuyas de 15 minutos?, preguntó Tamara, y yo le dije que no, que podía dormir una de verdad. Así que comí mi comida veraniega y el momento era propicio para ir a dormir, pero por alguna razón decidí ir antes a Internet y dormir al volver. En Internet tuve un momento de pánico al descubrir que dos pisos berlineses diferentes me querían, y yo no tenía con quién consultar qué hacer, pero finalmente me decidí por uno basándome en las señales en las que cada vez creo más (mi posible futura flatmate me envió una foto suya, y la foto era en Praga).

Volví a casa y me quedé mirando la cama un rato, viendo que eran ya las 6 y que una siesta de verdad podría hacer estragos, y encima ya sabes, yo no sé dormir de día. Así que me puse a escribir una carta (Raquel!), una carta muy larga inspirada por la cafeína y con momentos en los que mi subconsciente habla directamente. Es lo que pasa cuando no duermes, tus ciclos del sueño siguen girando y tienes alucinaciones. A mí eso no me pasó, porque es necesario estar varios días sin dormir y no varios días durmiendo 6 horas. Pero es una carta interesante.

Y Tamara me preguntó por la noche si quería ir a una fiesta, y yo grité "¡no! ¡tengo que dormir!", y quería acostarme a las 10, pero me puse a leer por placer (a Paul Auster en original, y yo a Paul lo odio con todas mis fuerzas, pero este libro era un experimento para intentar odiarlo con razón, y no hay razón, el libro no cambia vidas pero es entretenido) y de pronto eran las 12. Quedaban sólo diez páginas, pero me lo prohibí y me obligué a dormir.

Dormí.

Y hoy a las 9 mi reloj interno ya estaba sonando, así que me levanté y me fui de compras y compré cosas tan bonitas que me hacen estar de mejor humor. (La felicidad en el mundo posmoderno).

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7 tortugas:

Anónimo dijo...

Te entiendo

mi mamá me compró unas sandalias

Anónimo dijo...

una carta para mi no es perder el tiempo!

Cubilete dijo...

Por cierto, que sepas que a mi auster tpoco me cae bien!! tanta historia intello por semejante tipejo!!! :P

Anónimo dijo...

Leitu di:

eu gañeille a batalla ao meu sono e agora son coma os románs, con seis horas chégame. Ademais, coido que o meu pai me pegou esa manía súa de espertar ás nove da mañán en fin de semana, independentemente da hora na que te meteras na cama. O bo é que aproveitas o día. O malo é que estou convencida de que me vai pasar o que á veciña de Amèlie, e durmirei o resto da miña vida toda dun tirón. E Paul Auster está ben, pero tampouco é... non sei, Castelao (por que nunca me veñen nomes á cabeza cando os busco -sexan do que sexan-?)

Bicos!

PD: temos que comezar a face plaaaaans :D

Milk dijo...

renueva

Anónimo dijo...

jo, sí, tronca (esto es un homenaje a milk, para que perdone el comentario que le acabo de dejar en su blog), renueva ya!!

Anónimo dijo...

solo cuando estás rabiosa

 

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