El problema no son las raíces, nunca lo son. Porque las raíces aparecen siempre y te ayudan a mantenerte en pie. El problema es creer que irte o moverte es talarlas. Y no.
(No sé si continuar con esta bella metáfora o no).
Continuemos. Yo no talo. Nunca talo, talar es de radicales. Mi problema es que (adivinadlo) yo no riego.
No sé si es por leer a tantos medievales que ahora escribo en metáfora (y porque no he empezado con las alegorías). Pero sonrío al saber que la caballería nunca existió, al saber que fue un ideal como los tres estamentos. Fue algo que se inventaron los nobles al ver que cada vez les separaban menos cosas de los campesinos (oh, malditos burgueses emergentes). Inventaron un mundo en el que esa separación estaba clara, era divina; un mundo de caballeros y honra y damas encerradas en castillos.
Y entonces, oh, entonces les gustó tanto ese mundo que empezaron a crear órdenes de caballeros y empezaron a organizar justas y torneos.
Cervantes tenía razón, claro, y ahora imagino un mundo lleno de flipados (dios mío, no se me ocurre una palabra mejor), lleno de quijotitos vestidos de caballeros buscando gigantes.
Es emocionante cuando la literatura se inventa cosas y nosotros nos las creemos.
7.5.07
Literatura creadora
7:27 p. m.
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4 tortugas:
No me digas que Galván no existió que me muero.... :(
ya lo dijo mi profe:
el amor es un invento del siglo XI (y de las cantigas, concretamente)
¿y cuánta gente se lo creyó?
para q después desprecien el poder de la literatura
jajajajajajajajajajaa
que milk diga eso no dejá de ser irónico!
Algo vai cambiar na literatura galega...
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