La primera vez me enfadé un poco. El tríptico de Adidas decía algo así como "la bici está muy bien, sí, pero seguro que preferirías tener una Vespa" (que sorteaban). Aún me veo con el cartoncito en la mano mirando a mi alrededor indignada con ganas de gritar "pues no, no quiero una Vespa!", antes de irme enfurruñada lanzando miradas asesinas a todas las motos que me adelantaban (hacéis ruido, y contamináis, y sois peligrosas, y hay mil sitios a los que yo puedo llegar con mi Manuela en los que nunca os dejarían entrar).
El de ayer era un folletito pacífico anunciando un libro llamado "Radfahren in Wien" ("Ir en bici en Viena"). ¿Te puedes imaginar una correspondencia entre producto y destinatario más perfecta y exacta que esta? Si no me compro el libro es solo porque me quedan aquí poco más de dos semanas (esta es mi triste realidad), pero al menos me puedo aprender todos los nombres en alemán de cada parte de la bici (nombres que, como bien intuyes, no sé en castellano) gracias a la bonita y didáctica foto que ilustra el flyer.
4 tortugas:
Ay, hace un par de años una chica me explicó (muy decepcionada ante mi ignorancia) que eran las marchas y los piñones.
Las marchas las tengo claras pero de los piñones me he vuelto a olvidar.
Hola, Mrs. Jones,
Aquí una ciclista urbanistas bastante ignorante: no sé ni cambiar de marchas, pero voy en bici a todos sitios por Barna.
Ooooooooooh, ¿y te vienes para siempre? ¿no tienes intención de volver a Viena? :-(
Como te entiendo Jones. Yo, que soy un apasionado de la bici, me paso los días y tardes yendo a trabajar en bici (hace poco me compré una plegable, si no la has visto = facebook!) y no hago más que luchar contra mareas de transeuntes que invaden el carril de bici (cuando existe!) y coches demoníacos que se desesperan por acabar conmigo en cuanto me acerco. Pero ¡por el lado positivo, no puedo negar que ahora ir al trabajo es emocionante!
¡Yo también le pongo nombre a las cosas que me hacen feliz! Como tu Manuela, yo tengo (a medias con un chico feliz) una bici que se llama Peligrosa y una tienda de campaña que se llama Clavija.
¿Te traerás a Manuela a casa?
Publicar un comentario